En el mundo de las finanzas existe lo que llamamos crowdfunding o micromecenazgo, también denominado financiación masiva, colectiva, en masa o por suscripción. El crowdfunding es la práctica de financiar un proyecto o emprendimiento a través de pequeñas cantidades de dinero de un gran número de personas, por lo general a través de Internet.
Esta dinámica está muy de moda en el sector inmobiliario, en el que utilizan plataformas que permiten comprar acciones de propiedades y posteriormente venderlas a otros inversores, proporcionando una posible vía para la liquidez. Dos ejemplos de estas plataformas son Primarq y RealtyShares, la cual permite a los inversores poseer parte de los hogares residenciales en conjunto con el residente actual y, de igual manera, participar en cualquier apreciación del valor de la propiedad. Todo el papeleo se firma electrónicamente por medio de DocuSign y los fondos se transfieren a través de Balanced, dependiendo de la empresa de Crowdfunding.
AKA Wall Street es un proyecto de US$110 millones que se llevó a cabo en noviembre del 2013 a través de una inversión colectiva de 25 millones de dólares, por inversionistas extranjeros de seis países diferentes.
Los analistas han identificado áreas de crecimiento para mediados de este año, especialmente para los inversores, que lo han visto como una iniciativa para diversificar su portafolio. Lo cierto es que, para el Real Estate, el crowdfunding también ha logrado alterar de manera significativa la actividad comercial tradicional de bienes raíces. La cuestión es ¿podría llegar a perturbar o más bien aumentar las oportunidades para el sector inmobiliario? ¿Ustedes qué opinan?